Mujer de luto

Tienes una historia marchita, una sonata traidora que recuerda la soledad, fortaleza enraizada en el dolor, y la esperanza incierta de romper las cadenas, que te atan a tus miedos y retumban en cada madrugada.
Mujer de luto, de fresca sonrisa y pálido rostro.Tu vida es una fiesta, tu camino envidiable levantando polémicasy amores perpetuos, desvelando pensamientos con cada lágrima. Y en ese castillo gris, llenos de espejos intentas ocultar -que padeces-de nostalgias y sueños rosas.Miras a otro lado, pero en cada retrato tu mirada se presiente, triste y perdida -Ausente-
Mujer de luto, vistes de negro ocultando las heridas, tratando de pasar desapercibida, pero todos te ven a pesar del esfuerzo y corres sin prisa, con causa, para huir y ser alcanzada.-Por el amor- Espigas en el florero y aquel aroma de avellana que se incrusta en tu piel, una leve brisa-fría-despierta tus poros y te hace desear, el calor de un cuerpo que se anide en tu lecho. Camastrón de hierro.Y esos largos vestidos, resbalan por tus caderas, desnuda te adueñas de un falso santuario y te entregas. -al silencio-Amante perpetuo. y le temes y lo odias y lo mantienes atado, al tobillo desnudo que ha resbalado por la sábana. Camastrón de hierro.Un buen día la dicha te ha dado alcance y esta vez desvelas con un corazón agitado y sueños renovados. -Suspiras-el aliento ya no es helado, tus mejillas tienen color de amapolas los labios entreabiertos, hinchados,buscando el beso,esperando el beso,que te salve. El minutero inicia el recorrido, los días se esfuman, entregados a la espera, bombea la sangre,y el cerebro se agita. Palabras van y vienen, en intensa revuelta. Tu ropa negra se ajusta al talle, define tus pechos turgentes y esos dedos largos de falsa pianista buscan a tienta un cigarrillo, que calmen las ancias, ya no de saberse amada, sino por amar, el amor.
De pronto el saboteo, tus miedos luchan por devorarte, se instalan y se proclaman dueños de tu cuerpo, bandidos de tu alma, ladrones de tu cama. Regresa la duda¿Estarás soñando? -Pesadillas-Quizás no sea cierto.Quizás solo quizás solo sean unas horas de gemidos y despertar.
Mujer de luto te veo asumir ese breve instante, que ha salvado tu vida. Regresas al camastrón de hierro y vuelas encima de las sabanas,con la leve conciencia, que por vez primera, uno de esos silencio te volvió libertaria.
Mujer de luto, aparta tu velo, asoma tus ojos enmarcados y mira, posiblemente te guste, el profeta que llega ¡Ve mujer! y asómate descalza a la puerta pisa la verde ladera. Regresa el rosto, no habrá castillo gris, ni camastron de hierro, entonces harás el amor en una nube de terciopelo.

Extendí la mano, aún escuchando la voz interna, la de él estaba tibia, la mía temblaba. Pisé la ladera-desperté-allí el profeta y así, tímida y rebosada sin techos ni remordimientos... ____________________ Me consumí