miércoles, 3 de diciembre de 2008

Escribo ahora este capítulo...



Adivinen quién soy. Puedo escribir ahora mismo otro diferente. Soy capaz de sembrar falsas señales. Soy capaz de ocultar las verdaderas. Puedo crear un arte distinto de éste y hasta puedo ser una mujer distinta de la que soy. Mi alma es un secreto inviolable, incluso para mí. Muy brujo tendrá que ser el que me la saque al sol. Vamos... atrévase, interpreten mis textos y descubran mis fantasías eróticas. Aire, aire... No hay nada tan absurdo como la superstición de un racionalista.

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