martes, 24 de febrero de 2009

20

De corta edad mis labios, pero tan antiguos los deseos. Arrinconé el pudor y lo interné al olvido.. no existía la excusa para frenar el tiempo… o para no darle la cara al deseo.
Y en ese instante solo existieron miles de ellos, tus besos.
Me cautivó tu contención… la elegancia de tus manos corriendo por mi espalda, y me sorprendí a mi misma disfrutando cada halo de tu aliento. Ver tu rostro, fue como despertar del sueño.
Perdoname…
Por ser impúdica, y jugar con el desespero, desdibujarte el borde de los labios a besos, violarte los secretos de tu lengua, verme ardiente en tus ojos… Solo quise eternizar tu olor, tu sabor y tu mirada en la bóveda de mi memoria, inventada.. para soltarlos luego en la habitación donde se saciaran mis ansias…

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