jueves, 26 de marzo de 2009

Distraídos

Allí lo encontró distraído, como metido en su mundo. Pensando cosas que solo él piensa. Uniendo ideas, palabras o quizás, imágenes. Allá estaba él desconectado del mundo una vez más. Ella se acercó y lentamente puso sus labios sobre el hombro de él, como acariciándolo nada más. Reaccionó inmediatamente con un saltito de sorpresa y satisfacción a la vez.

"... en qué pensas amorcito?"

Dijo curiosa y tierna a la vez, para que notara que su intención no era molestarlo, solo quería ser parte de su mundo de pensamientos.

"... imaginaba que tus besos deben ser de esos que... mmmm"

Le respondió dejándola con ganas de saber de que se trataba. Qué será lo que estaba tramando en ese momento de silencio.

"... y un beso, solo un beso, un simple beso, un beso de ella, un beso sin anuncio ni garras, un beso salido de la nada, un beso emplumado de misterios bondadosos, esperanzas aterciopeladas, un beso chorreante de deseos liquidos... un beso de luces inciertas que titilaban hacia rincones que parecían botones de futuros sin abrir, un beso con respuestas que fertilizan nuevas preguntas preñadas de mas preguntas, un beso que silenció en su propia inmensidad todos los universos que todos los dioses habían creado..."

Quedó muda ante esas palabras tan pesadas que salieron de sus labios. Las dijo aire como palomas para que volvieran a su corazón como botones de rosas acariciando y sanando.

"... me darías un beso así?"

Le preguntó viéndolo a los ojos, fijos, sin parpadear. Sintió como si la estuviera probando como si tuviese la esperanza de que dentro de ese cuerpo de deseos, perversión y erotismo, existiese una mujer con corazón y sentimientos que van mucho mucho más allá del sexo y el placer. Pero no dudó ni un momento de su respuesta.

"Sin pensarlo dos veces lo haría, me encantan esos besos... envolventes, devoradores, transportadores, únicos..."

E interrumpió sus palabras solo para decir:

"Enamoradores"

"Eso crees? Un beso puede, por seguro, hipnotizar. Pero crees que un beso pueda enamorar?"

Fue su respuesta más sincera. La vio como analizando su reacción, tal vez esperando que cambiara de idea. Sonrió, dejó escapar una risita que aún no sabe si era nerviosa o más bien malévola, pero aligeró un poco la situación. Y cuando la vió sonreír, continuó:

"Absolutamente convencido de que puede ocurrir... claro antecedido de unas cuantas cosas... jajaja, por ejemplo, haberse arrullado en palabras... haberse conocido algunos demonios, de esos que salencuando se pelea... haberse deseado... y haberse comido el alma a través de los ojos... me seguís?"

Estaba embebida en sus palabras. Era una nueva experiencia para ella, sentirlo así de cerca al corazón, a los sentimientos dulces y bonitos. Asombrada dijo:

"Me encanta eso que acabas de decir de los demonios y poder enamorarse conociéndolos"

Y sintiendose el gran gurú el dijo casi sin cambiar el tono de su voz:

"Es la única forma de inmunizarse... para amar a otro hay que amar sus demonios o por lo menos tenerles ese respeto y admiración que se tiene a los fisicamente desconocido..."

Comenzaron, por primera vez, a hablar del corazón, a dejarse ver un poco vulnerables frente al otro, a mostrar lo que sienten o desearían sentir.. respondió a sus palabras:

"claro, si... tenés toda la razón, esa atraccióna la que le tenemos tanto miedo y nos ata maravillosamente"

"...ese miedo que atrae a las almas.." continuo sus palabras

"...que nos obliga a estar juntos..." dijo acercandose a su cuerpo.

"...que nos enloquece cuando no podemos estarlo..." cerró los ojos para sentir su aliento

"...desear terminar todo para volver a verte y estar frente a frente, otra vez, y no tocarnos.." haciendo lo mismo que el

"... y cuando nos tocamos es para adorarnos en una ternura empalagosay el otro la decoración insaciable?"

Callaron los dos, se miraron a los ojos profundos, y ella no contuvo preguntar:
“… qué pasará si uno quisiera la ternura empalagosa y el otro la decoración insaciable?”

Sabiamente respondió justo lo que sus oídos querían escuchar, lo que su alma necesitaba saber:

“Entonces, una u otra predominará, contagiará y someterá a la otra… y sino, vendrán diferencias como por muchas otras cosas… nada extraño en la relación de dos seres, cada uno un cosmos entero para si solo..”

Tenía ganas de lanzarse sobre su cuerpo y llenarlo de besos de todos los tipos y colores. Pero debía seguir su camino. Tomo fuerzas y aliento para levantarse. Le dejó un beso en la frente antes de salir.